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Kilómetros

  • Foto del escritor: Naiara Verdun
    Naiara Verdun
  • 22 ago 2024
  • 3 Min. de lectura

El que se fue a Sevilla perdió su silla, me decían en mi infancia. Y creo que no me importa ahora porque prefiero caminar sus historias. La perspectiva de la adultez y el abismo de la niñez. En aquel momento ni siquiera me ponía a pensar en dónde quedaba este lugar.Viajamos con mi mejor amiga. Ya habíamos hecho algunos viajes juntas, pero en grupo. Nos encontramos directamente en Sevilla porque ella iba desde Granada y yo desde Madrid, que es donde vivo ahora.

Centro de Sevilla y su encanto. Foto de mi carrete.

Plaza España. Foto de mi carrete.


   Un  horizonte que se difumina con el cielo. Agua y cielo en un espejo. Quiero caminar más, atravesar los límites, los océanos, los ríos, los lagos, las sierras, las montañas. Me quedo perpleja ante tantas posibilidades. Es todo tanto, que me excita y me abruma en la misma proporción.

 

   El aire cálido de unos días a 23 grados que me abrazaban para consolarme del invierno. Otro acento, nuevas palabras, naranjos en las callecitas, mercados, cerámica y un sol fuera de foco.

 

   Guardo detalles mentales, me quedo con la voz de alguien cantando flamenco en un bar cualquiera acompañado con unos acordes perfectos, con la  gripe a dúo y esas conversaciones duras acompañadas  por el postre más dulce de la existencia, con la compañía perfecta. Me quedo con los ojos de alguien que me cruzo en la calle, con las charlas de amigos en un bar de barrio, con los niños que van sin prisas, con las bicicletas que van a toda velocidad en las calles empedradas, con los turistas a ritmo lento y con ese boliche en un lugar geográfico complejo, en el que el cuerpo se movía solo por la música tropical.

Real Alcázar de Sevilla. Foto de mi carrete.


  Caminar 20/25 kilómetros por día para curar las heridas abiertas y para sanar las cicatrices, mientras me fundía en los detalles de la tercera iglesia más grande del mundo escuchando atentamente la audioguía para no perderme de nada y empacharme de todo lo que hay para ver y escuchar.  Recorrer las historias de esa parte del sur de España, la energía propia de la ciudad con la mirada abierta y el corazón expandido.

La Catedral es de lo más imponente, vayan porque vale muchísimo la pena.

Más allá de lo religioso, arquitectónicamente es gloriosa. Foto de mi carrete.


 Quiero ser una espectadora memorable, gustosa y sensata. No me gustan las medias tintas, voy por todo. Como la tradición andaluza, como sus callecitas, sus iglesias, sus casitas pintorescas con balcones llenos de flores, sus tablaos, su música, sus legados. 

El pasado en un presente imperfecto.


Museo de la cerámica en Triana y sus mensajes. Foto de mi carrete.


INFORMACIÓN  ÚTIL

¿Qué hacer en Sevilla si vas 3/4 días?

 

  • Cruzar el puente de Triana, caminar por la calle Betis e ir al Mercado de Triana.

  • Ir al Real Alcázar.

  • Pasear por Plaza España y luego ir al Parque María Luisa.

  • Visitar la Torre del Oro.

  • Caminar a orillas del Río Guadalquivir.

  • Visitar Las Setas.

  • Ingresar a la Catedral de Santa María de la Sede de Sevilla, Giralda e Iglesia de El Salvador.

  • Ir al Museo de Bellas Artes.

  • Visitar el Archivo de Indias.

  • Ver algún espectáculo flamenco en un tablao.

 

  Por supuesto que hay muchas cosas para conocer. Este es un poco el recorrido que elegí hacer. Hay que tener en cuenta que La Catedral y los Museos tienen días gratuitos y la entrada se reserva online y con bastante antelación.

 

      Recomiendo realizar algún freetour porque en Sevilla hay mucha historia, sitios y dichos populares.

 

Dato no menor: el clima en Verano es muy caluroso. Yo fui en Febrero, pero Marzo y Abril puede estar bien. La Feria de Sevilla es un acontecimiento en la ciudad, si tienen posibilidad de elegir es una buena época para visitarla.


Detalles en Plaza España. Foto de mi carrete.


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