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El inodoro en la avenida

  • Foto del escritor: Naiara Verdun
    Naiara Verdun
  • 22 sept 2022
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 23 sept 2022


Tarde calurosa. Mural que se encuentra en el Barrio de La Latina, Madrid.

Foto de Leandro Barone


Hacía mucho que no tenía tanto tiempo libre. Lo aproveché y caminé mucho más que en toda mi vida. Pedir un flyer para ver las actividades, las ferias, las obras de danza, los museos y sus días gratis. Una gran cantidad de ofertas culturales al alcance de la mano. El arte y sus múltiples acciones. Todas las maneras de desplegarlo, las formas de transmitirlo y la cantidad de información oculta en pinceladas, movimientos, poesías y acordes.


El verano madrileño que te hace sudar como unas intensas clases de danza. Los cestos de basura están divididos según el residuo y la gente saca a la calle cualquier cosa que les parezca necesaria de ser reemplazada por una nueva. Desde televisores, pasando por colchones, un baño completo y sillones. Nosotros tomamos un mueble que nos venía bien para organizar un poco la habitación donde nos estamos quedando.



Cuando camino, pienso en lo que nos deja un viaje. La reverberación de las personas, de los paisajes que nunca son iguales al otro día, para eso son necesarias esas fotos instantáneas que tienen la magia de eso que no se repite pero que queda en la memoria cutánea. La gente desde el cómodo sillón de su casa quiere que conozcas países que quedan a 40 minutos, yo también quiero. Pero hoy prefiero una danza de la lentitud, pasando por los lugares más minúsculos, repasando aquellos que me provocan familiaridad o extrañeza. El misterio de los rincones, la manera en la que pega el sol a las 19.15 sobre las hojas de un árbol milenario y el aroma a hierba fresca en una tarde de un verano que recién comienza.


Madrid recibiéndonos. Foto de mi carrete.


Observar también es parte de activar los sentidos, de viajar, de bailar. Estar ahí no sólo por llegar a un lugar, no sólo por decir que estuve ahí, sino para poder sentir el atravesamiento de un lugar desconocido en todo el cuerpo. Ver las tapas a medio terminar y las cañas bebidas de un sorbo, las rebajas que dejan un local patas para arriba, un sándwich de calamar, el olor a ajo a las diez de la mañana y un pan con salsa de tomate acompañado por un café con leche como desayuno. Las conversaciones de varios idiomas a la vez que pasan como una ráfaga, las construcciones históricas, los lugares emblemáticos y los barrios menos conocidos que también tienen su encanto. La pesadez de los prejuicios y de la inmediatez te llevan a realizar una coreografía sin calentar el cuerpo y eso no tiene ningún sentido. Al menos cero respeto a tu cuerpo, que se mueve hacia tus caprichos.


La vida es mejor sin brújula.


Mensajes. Foto de mi carrete que saqué en la Librería Desnivel. Madrid, España.



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