05 TONO
- Naiara Verdun
- 22 ago 2024
- 1 Min. de lectura
Esa extrañeza de vivir con ese cuerpo con el que ya no tenés más afinidad, con palabras viejas que irían mucho mejor en un mercado vintage, el olor de un perfume dulce que antes parecía exponencialmente bueno, esa ropa que hoy no te pondrías, unos aros de plástico que seguro volverán a ponerse de moda en unos años pero que ahora odias, una música que te hacía mover y que ahora no sirve ni para huir un rato del silencio incómodo. A veces siento que tenés clara la dirección, que tus pasos son fuertes, que tu mirada es segura, que la vida es buena con vos, que siempre sabés lo que hacés, que utilizas las frases correctas, que tu corazón está intacto, que tu voluntad es inquebrantable, que la vida te lo dio todo, que sabés como defenderte, que podés nadar contra la corriente, que sentís lo justo y necesario, que leés los libros indicados, que tenés un porte elegante, que usas sólo lo que necesitás, que no pisoteas a nadie, que sos serena, empática, generosa, que hacés lo que amas, que no te enojas mucho, que tu camino es fácil, que sos genuina. Entonces cuando el sol cambia de ubicación, veo tu sombra acompañarte y me siento culpable de mirar únicamente las luces.
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